Desde 2020, los mineros de la cadena de bloques Ethereum han extraído alrededor de $600 millones de otros inversores por parte de los mineros, según un nuevo informe del Banco de Pagos Internacionales (BIS) que se centra en las malas prácticas comunes en la industria de la criptominería.
El boletín del 16 de junio, “Mineros como intermediarios: valor extraíble y manipulación del mercado en criptografía y DeFi”, sugiere tres conclusiones clave de la investigación del BIS sobre el funcionamiento del protocolo Ethereum.
El primero no sorprende, ya que observó que Ether (ETH) y los protocolos de finanzas descentralizadas (DeFi) construidos sobre él “dependen de validadores o “mineros” como intermediarios para verificar transacciones y actualizar el libro mayor”. La tesis principal del informe se formula en torno a los abusos que pueden cometer estos intermediarios en forma de “miner extractable value” (MEV):
“Dado que estos intermediarios pueden elegir qué transacciones agregan al libro mayor y en qué orden, pueden participar en actividades que serían ilegales en los mercados tradicionales, como las operaciones de front-running y sándwich”.
Una definición más precisa en el informe califica a MEV como “la ganancia que los mineros pueden obtener de otros inversores al manipular la elección y la secuencia de transacciones agregadas a la cadena de bloques”. Los autores estiman que los mineros agregan una de cada 30 transacciones en la cadena de bloques de Ethereum para obtener ganancias artificiales.
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Según el informe, MEV se asemeja a la delantera de los corredores en los mercados tradicionales pero, a diferencia de esa práctica, no es ilegal:
“Si un minero observa una gran transacción pendiente en el mempool que moverá sustancialmente los precios del mercado, puede agregar una transacción de compra o venta correspondiente justo antes de esta gran transacción, beneficiándose así del cambio de precio”.
La tercera conclusión clave es que MEV es una deficiencia intrínseca de las cadenas de bloques pseudoanónimas y, por lo tanto, no existe una forma sencilla de deshacerse de él. Según el BIS, representa una amenaza para una gama de nuevas aplicaciones DeFi y podría intensificarse en el futuro, haciéndolo inevitable.
Sin embargo, el informe recomienda un enfoque para abordar MEV en forma de tecnología de registro distribuido autorizada basada en una red de intermediarios confiables cuyas identidades son públicas. Esto significa renunciar al valor central del anonimato de blockchain.