El sector financiero se acerca a una profunda evolución digital. La tokenización de activos del mundo real (RWA), que incluye tenencias como bienes raíces, materias primas y diversos instrumentos financieros, presenta una oportunidad pionera para unir las finanzas tradicionales con la economía digital en expansión. Esta transformación no se trata sólo de nueva tecnología; Marca un cambio significativo en la forma en que se poseen, comercializan y valoran los activos. La tokenización facilita la propiedad fraccionada, aumenta la liquidez y democratiza el acceso a oportunidades de inversión. Las proyecciones indican que el mercado de tokenización de activos podría crecer sustancialmente, valorándose potencialmente entre 4 billones y 16 billones de dólares pronto, impulsado por un mayor interés de las entidades financieras y la aparición de varios protocolos blockchain adaptados a esta novedosa estructura financiera.
El éxito de este cambio transformacional depende en gran medida de su infraestructura subyacente, lo que hace que la elección entre blockchains públicas y privadas sea fundamental. Esta decisión va más allá de los aspectos técnicos e influye profundamente en la realización de las ventajas de la tokenización.
Al principio, las cadenas de bloques privadas podrían parecer la opción más segura debido a sus entornos controlados que parecen estables y seguros. Sin embargo, esta seguridad percibida tiene un precio elevado. La centralización en blockchains privadas coloca el poder en una sola entidad, lo que choca con los principios fundamentales de la innovación blockchain. Estos sistemas son más susceptibles a la manipulación, el fraude y los ataques. Por el contrario, las cadenas de bloques públicas extienden el control sobre una red de participantes, reforzando la seguridad a través de la transparencia y el consenso. Esta estructura descentralizada no es simplemente una opción técnica, sino una salvaguardia vital contra las vulnerabilidades que podrían socavar la integridad de los activos tokenizados. Las cadenas de bloques públicas también generan confianza (un elemento vital en los mercados financieros) a través de su transparencia inherente. La confianza es crucial para atraer inversores, y una base de inversores diversa es esencial para crear un mercado líquido y vibrante para los RWA tokenizados.
Aparte de las preocupaciones de seguridad, las cadenas de bloques privadas encuentran dificultades de interoperabilidad dentro de un sistema financiero que depende de la conectividad. A menudo funcionan como entidades aisladas, lo que restringe las interacciones de la red y, por lo tanto, limita la liquidez al mantener los activos dentro de sistemas cerrados. Por otro lado, las cadenas de bloques públicas están diseñadas para la interoperabilidad, lo que permite intercambios fluidos entre diversos proyectos y protocolos, lo que fomenta un mercado dinámico donde los activos se pueden comercializar libremente. La capacidad de transferir activos a través de redes no sólo mejora la liquidez sino que también mejora la determinación de precios, asegurando que el valor de mercado de los activos subyacentes esté representado con precisión. Además, los oráculos descentralizados en las cadenas de bloques públicas garantizan la precisión y puntualidad de los datos que respaldan cada token, manteniendo tanto su integridad como su valor.
Otro beneficio de las cadenas de bloques públicas es su extensa comunidad de desarrolladores. Las cadenas de bloques privadas forman entornos cerrados que suprimen la innovación y obstaculizan el desarrollo de herramientas estandarizadas. Por el contrario, las cadenas de bloques públicas prosperan gracias a la apertura, lo que permite a los desarrolladores globales colaborar, innovar y crear herramientas de código abierto que benefician a todo el ecosistema. Esta apertura no sólo impulsa la innovación sino que también sienta las bases para estándares universales que pueden hacer avanzar la industria. A medida que evolucione el sector de la tokenización, el cumplimiento de las regulaciones será cada vez más importante. Las cadenas de bloques públicas, con protocolos transparentes y estandarizados, están mejor preparadas para adaptarse a los cambios regulatorios, asegurando que los activos tokenizados sigan cumpliendo con las normas y siendo atractivos para los inversores institucionales.
El potencial de los RWA tokenizados en blockchains públicas es inmenso. A medida que las instituciones financieras y los gobiernos exploren estrategias de tokenización, crecerá la necesidad de soluciones seguras, transparentes e interoperables. Iniciativas recientes subrayan esta tendencia. En 2021, Franklin Templeton llamó la atención al lanzar un fondo de mercado monetario tokenizado en Stellar Network, que luego se integró con la solución de escalamiento de capa 2 de Ethereum, Polygon, destacando el futuro financiero en lugar de solo una búsqueda técnica.
De manera similar, UBS hizo historia al emitir CNH 200 millones ($28 millones) en notas estructuradas tokenizadas para el Banco de Inversiones de China (BOCI) en la cadena de bloques pública Ethereum en Hong Kong. Esto marcó la primera emisión de valores tokenizados por parte de una institución financiera china en una cadena de bloques pública. La medida de la UBS trasciende los logros técnicos y señala un futuro en el que los mercados de activos digitales estarán más interconectados y accesibles, particularmente en Asia-Pacífico. Para no ser superado, BlackRock, el mayor administrador de activos a nivel mundial, lanzó su fondo ‘BUIDL’ tokenizado de $100 millones en la red Ethereum en marzo de 2023. El rápido crecimiento de este fondo a $288 millones en activos, según lo monitoreado por Dune Analytics, demuestra su éxito y la creciente confianza institucional en las cadenas de bloques públicas.
En resumen, si bien las cadenas de bloques privadas ofrecen ciertos beneficios, sus limitaciones (como la centralización, la falta de interoperabilidad y la innovación limitada) las hacen menos adecuadas para los ambiciosos objetivos de la tokenización de activos. Las cadenas de bloques públicas, por el contrario, ofrecen un marco más sólido, seguro y adaptable. Abordan los principales desafíos de la tokenización, garantizando que los activos sean seguros, líquidos y conformes. A medida que madura la tokenización de activos, se vuelve cada vez más crucial aprovechar todo el potencial de las cadenas de bloques públicas. Hacerlo abrirá nuevas oportunidades para los inversores y contribuirá al crecimiento y desarrollo más amplio de la economía digital, allanando una frontera novedosa donde los activos tangibles pueden alcanzar su máximo potencial en la era digital.