Los congresistas estadounidenses French Hill, Patrick McHenry y Bill Huizenga enviaron a la Comisión Federal de Depósitos y Seguros (FDIC) un carta conjunta el 25 de abril solicitando información sobre los esfuerzos regulatorios para negar servicios bancarios a la criptoindustria.
Los legisladores republicanos fijaron el 9 de mayo como fecha límite para que el regulador proporcione toda la información solicitada.
‘Industrias desfavorecidas’
Los legisladores dijeron en la carta dirigida al presidente de la FDIC, Martin J. Gruenberg, que los reguladores han presionado previamente a las instituciones financieras bajo su supervisión para que dejen de brindar servicios bancarios a las “industrias políticamente desfavorecidas” bajo la administración de Obama.
Los reguladores prudenciales federales, incluidos la FDIC, la OCC y la Reserva Federal, se dirigieron a las empresas de estas industrias, como los juegos de azar y el tabaco, sobre la base del “riesgo reputacional” que se definió arbitrariamente.
Los bancos dejarían de prestar servicios a las empresas basándose en la orientación directa de los organismos de control y no tendrían que dar explicaciones.
La carta continuaba que esta práctica impropia continuó hasta que el Congreso intervino y creó una regla para evitar que esto suceda. Sin embargo, la regla fue abolida rápidamente después de que la administración Biden asumiera el cargo.
La criptoindustria es la nueva oveja negra
Los legisladores dijeron que los reguladores están presionando una vez más a los bancos para que no brinden servicios a una industria, siendo las criptomonedas el objetivo más reciente. Ellos escribieron:
“Hoy, estamos viendo el resurgimiento de la acción coordinada por parte de los reguladores prudenciales federales para suprimir la innovación en los Estados Unidos. No hay ejemplo más claro que en el ecosistema de activos digitales”.
Según la carta, la OCC emitió una guía en noviembre de 2021 de que cualquier banco que brinde “servicios relacionados con activos digitales” debe proporcionar evidencia por escrito a los reguladores de que lo estaba haciendo de manera “sana y segura”. El organismo de control luego proporcionaría una “no objeción por escrito” al banco que le permitiría interactuar con los activos digitales.
Además, la FDIC emitió una guía similar en abril de 2022 que establecía que las actividades relacionadas con las criptomonedas plantean “riesgos significativos de seguridad y solidez” y podrían afectar la estabilidad financiera.
Además, la FDIC, la OCC y la Reserva Federal emitieron una declaración conjunta en enero de 2023 que ordenaba a los bancos que evitaran brindar servicios a los “participantes del sector de criptoactivos”.
Los legisladores dijeron:
“Dadas las acciones de los reguladores prudenciales federales, no es difícil imaginar por qué un banco dudaría en ofrecer productos y servicios bancarios a las empresas de activos digitales”.
Los activos digitales no son riesgosos
Los congresistas dijeron que “la actividad de activos digitales no es inherentemente riesgosa” y no debe ser tratada como tal.
Según la carta, los reguladores han utilizado escándalos recientes relacionados con la industria de las criptomonedas, como el colapso del intercambio de criptomonedas FTX y Silicon Valley Bank, para promover su agenda.
Sin embargo, los legisladores argumentaron que FTX no cayó porque la actividad de los activos digitales fuera riesgosa sino por un “fraude común y corriente”. Del mismo modo, los clientes relacionados con las criptomonedas no fueron la causa del colapso de Silicon Valley Bank y Signature Bank.
La carta decía que la reacción de los reguladores prudenciales a estos escándalos debería ser centrarse en el fraude y la mala gestión y no “eliminar el riesgo de la industria de activos digitales”.
Los legisladores dijeron que las acciones que estos reguladores han tomado en los últimos meses apuntan a una “estrategia coordinada para desbancarizar el ecosistema de activos digitales en los Estados Unidos”.