La incursión del Bank of New York Mellon (BNY Mellon) en el negocio de custodia de activos digitales ha topado con un obstáculo regulatorio, según banquero americano.
Resultó que el Boletín de Contabilidad del Personal 121 (SAB 121) de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) requiere que los custodios de activos digitales registren esos activos en sus balances. Este requisito regulatorio presenta un impedimento potencial para los bancos que buscan escalar su negocio de custodia de activos digitales, particularmente aquellos que se especializan en servicios fiduciarios como BNY Mellon.
BNY Mellon se embarcó en su empresa de custodia de activos digitales en octubre de 2022. Sin embargo, el obstáculo regulatorio SAB 121 no se identificó hasta después de que el banco hubiera logrado avances significativos para establecer su negocio de custodia de criptomonedas.
El enfoque de BNY Mellon fue tratar los activos digitales de manera similar a los más tradicionales, que no se registran en su balance.
En su solicitud al Departamento de Servicios Financieros del Estado de Nueva York, el banco manifestó su intención de respaldar su producto de Custodia de Activos Digitales adhiriéndose a los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (GAAP) de EE. UU. y las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS), bajo las cuales los activos digitales mantenidos por un custodio no se informan en el balance general y solo los saldos de moneda fiduciaria asociados necesitan ser informados.
Sin embargo, la posición de la SEC sobre el asunto ha generado ondas en toda la industria bancaria, lo que podría disuadir a otros bancos que deseen expandirse a la criptocustodia, incluidos JPMorgan y Goldman Sachs, que tienen interés en los desarrollos de criptomonedas.
Según Lee Reiners, profesor de Duke Law y Duke Financial Economics Center, el impacto más significativo para los bancos sería el índice de apalancamiento, ya que necesitarían mantener capital contra activos digitales. Esto podría influir en sus decisiones sobre la prestación de servicios de criptocustodia.
El corazón de la disputa radica en si los criptoactivos son fundamentalmente similares a los tradicionales.
John Sedunov, profesor asociado de finanzas en la Escuela de Negocios de la Universidad de Villanova, dijo que los criptoactivos presentan mayores riesgos tecnológicos y operativos que los activos tradicionales. Por ejemplo, una criptomoneda robada o pirateada podría perderse irremediablemente, a diferencia de la mayoría de los activos convencionales bajo custodia.
Por lo tanto, si bien los activos criptográficos y tradicionales pueden no presentar los mismos riesgos, existe un argumento válido para tratarlos de manera diferente.
La empresa de criptocustodia posterior a BNY Mellon entra en conflicto con las reglas de la SEC apareció primero en CryptoSlate.