Una costosa fiesta del metaverso de la UE fracasó vergonzosamente después de que su público objetivo no mostrara ningún interés. El evento, denominado “Puerta de enlace mundial,” jóvenes dirigidos a conectarse y discutir temas globales. Sin embargo, las cosas no salieron como se imaginaban, ya que solo seis personas se preocuparon por asistir a la fiesta de 24 horas.
La UE, por su parte, había hablado mucho. Presentó el evento como un “fiesta en la playa” donde los asistentes disfrutarían “música y diversión” cuando la organización lanzó su estrategia Global Gateway. Uno que buscaba recaudar 300 mil millones de euros en inversiones para 2027. Fondos que se utilizarían para ayudar a contrarrestar la influencia de China y ayudar al mundo a recuperarse de la pandemia de coronavirus.
La organización del evento virtual costó unos 387.000 euros (407.000 dólares). Su objetivo era concienciar a los jóvenes de 18 a 35 años. Del tipo que pasa muchas horas en TikTok e Instagram pero carece de compromiso político. Sin embargo, por alguna razón, la idea no resonó con el público objetivo. O el marketing no funcionaba o la idea era simplemente terrible.
Los organizadores deberían haber tomado pistas de la reacción de otros miembros del personal de la UE, quienes se mostraron escépticos ante la idea desde el principio. Después de la presentación, algunos lo calificaron “deprimente y vergonzoso”, mientras que otros lo describieron como “basura digital”.
Aun así, los organizadores siguieron adelante con la fiesta del metaverso y, para su sorpresa, solo seis personas se molestaron en presentarse. De los seis, uno era un periodista que quería saber de qué se trataba el partido e informar al respecto. La identidad de los otros cinco no se conoce, pero no sería una sorpresa si fueran algunos de los organizadores comprobando cómo iba la fiesta.
El periodista compartía su desconcierto en Twitter con otros asistentes a la fiesta preguntándose si se habían equivocado de fecha. Aún así, el evento fue bastante malo, como le dijo un asistente al periodista: “el concierto fue el mismo DJ tocando la misma música”.
Los demás asistentes desistían de la aburrida fiesta y se marchaban menos de una hora después del inicio anunciado, dejando solo al periodista.