Las cadenas mundiales de suministro de alimentos enfrentan desafíos importantes: a menudo son ineficientes, costosas y carecen de transparencia. Esto crea un entorno en el que los agricultores no siempre reciben una compensación justa por su arduo trabajo, mientras que los consumidores pueden enfrentar precios más altos.
Es un problema sistémico que necesita una solución sistémica, y esa solución nos mira directamente a la cara: la tokenización del comercio agrícola.
A pesar del inmenso potencial de esta tecnología, la adopción en la industria agrícola ha sido lenta. Muchas organizaciones dudan en aceptar el cambio, citando preocupaciones sobre la complejidad y la incertidumbre regulatoria.
El verdadero valor de la tokenización comercial radica en su capacidad para resolver problemas reales y tangibles que han afectado a la industria agrícola durante décadas. Eliminar intermediarios puede aumentar la transparencia, reducir los tiempos de liquidación y reducir los costos.
Pero si bien algunos en la industria argumentan que el sistema actual, aunque imperfecto, es familiar y predecible, los beneficios de la tokenización superan con creces los desafíos a corto plazo de su adopción.
Errores de las cadenas de suministro actuales
En este momento, nuestras cadenas de suministro de alimentos son una caja negra. Son opacos, complicados y plagados de ineficiencias. En promedio, el comercio agrícola sufre tiempos de liquidación de 3 a 7 días y tarifas que oscilan entre el 6 y el 10 por ciento. Eso es inaceptable.
No se trata sólo de números. La falta de transparencia del sistema genera desconfianza y permite a los malos actores manipular los precios y participar en actividades fraudulentas. En última instancia, son los agricultores y los consumidores quienes soportan la peor parte de este sistema inequitativo.
Tokenizar el comercio puede cambiar todo eso. Al incorporar las transacciones comerciales agrícolas en cadena, podemos crear un ecosistema transparente, eficiente y confiable que beneficie a todos.
Imagine un mundo en el que pueda rastrear sus alimentos desde la granja hasta la mesa, sabiendo exactamente de dónde provienen y cómo se produjeron. Imaginemos un mundo en el que los agricultores puedan obtener precios justos por sus productos, sin que los intermediarios se lleven un recorte del 40%. Imagine un mundo donde los consumidores puedan confiar en los alimentos que compran, sabiendo que fueron producidos de manera sostenible y ética.
Los beneficios de la tokenización no terminan ahí. Los contratos inteligentes en cadenas de bloques de alto rendimiento como Solana pueden automatizar transacciones, reducir los tiempos de liquidación y minimizar las tarifas. Esta mayor eficiencia puede generar ahorros de costos que pueden trasladarse a los agricultores y consumidores. Estos sistemas también reducen las barreras de entrada y crean un acceso más fácil a los mercados para los pequeños productores y agricultores.
Además, la tokenización sienta las bases para futuras innovaciones como la propiedad fraccionada y la inversión en activos agrícolas. Con el tiempo, los pequeños agricultores podrían tokenizar sus tierras o cultivos, lo que les permitiría acceder al capital y participar en el sistema alimentario mundial de manera más equitativa.
En el mundo actual, los pequeños agricultores a menudo enfrentan un dilema: o tienen que vender una parte importante de su negocio a una sola empresa para obtener capital, o tienen dificultades para conseguir financiación. Sin embargo, con la posibilidad de tokenizar sus activos, los pequeños agricultores pueden vender pequeñas porciones de su negocio a partes interesadas sin dejar de ser los accionistas mayoritarios y conservar el control sobre su negocio.
Dirigiéndose a los escépticos
Por supuesto, no será fácil aprovechar todo el potencial de la tokenización del comercio en la agricultura.
Muchos agricultores y organizaciones agrícolas sienten que carecen de la experiencia técnica para navegar este nuevo sistema. Les preocupan los recursos necesarios para adoptar y utilizar estas nuevas tecnologías.
También hay preguntas sobre la regulación y los marcos legales. El estatus legal de los activos tokenizados aún está evolucionando y algunas organizaciones parecen desconfiar de invertir en un sistema que carece de pautas regulatorias claras.
Sin embargo, estas preocupaciones no deberían disuadirnos de aprovechar el potencial transformador de la tokenización del comercio en cadena. La industria no tiene que afrontar esta transición sola.
Al colaborar con expertos en blockchain, formuladores de políticas e instituciones educativas, podemos crear un ecosistema de apoyo que ayude a las organizaciones agrícolas a adoptar esta tecnología con confianza.
Necesitamos invertir en iniciativas educativas para que los beneficios de la tokenización sean accesibles para todos los participantes, independientemente de su formación tecnológica.
También necesitamos un entorno regulatorio de apoyo que reconozca el potencial de la tokenización y brinde claridad sobre sus implicaciones legales y fiscales. Los formuladores de políticas deben lograr un equilibrio entre fomentar la innovación y proteger los intereses de todas las partes interesadas.
Las posibles recompensas de la tokenización son demasiado importantes como para ignorarlas, y las autoridades ahora se están sumando a ellas. Al tokenizar el comercio agrícola, podemos dar un paso significativo hacia un sistema alimentario que sea más transparente, eficiente y equitativo. Un sistema que beneficia a los agricultores, a los consumidores y al planeta.
Harry Duckworth, un licenciado en derecho, se embarcó en un viaje único que lo llevó a convertirse en el operador más joven del gigante mundial de materias primas Trafigura. Luego montó oficinas para varios fondos de cobertura en todo el mundo, acumulando más de una década de experiencia en comercio, fondos de cobertura y tecnologías emergentes. A través de su trabajo, quedó fascinado por el poder revolucionario de la tecnología blockchain poco después de la aparición de Bitcoin. Años más tarde, fundó AgriDex International, para proporcionar mercados digitales e información sobre la cadena de suministro para todos los participantes de la cadena alimentaria global.