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en un discurso entregado Durante una mesa redonda de política de alto nivel hoy, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Al-Maghrib pidieron un cambio estratégico hacia una moneda digital del banco central global (CBDC) para mejorar la infraestructura de pagos globales entre los usuarios de activos digitales.
Tobias Adrian, asesor financiero y director del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital del FMI, destacó que la tecnología presenta una oportunidad para que el dinero evolucione. Además, enfatizó que las tecnologías como la criptografía, la tokenización y la programabilidad se están utilizando a nivel mundial para mejorar los sistemas monetarios y deben desarrollarse aún más.
Adrian compartió un plan para una nueva clase de plataformas de contratación y pago transfronterizas y nacionales llamadas plataformas XC:
“Nuestro plan para una nueva clase de plataformas (garantizaría) una mayor interoperabilidad, eficiencia y seguridad en los pagos transfronterizos, así como en los mercados financieros nacionales”.
Las plataformas CBDC propuestas están estructuradas en tres capas: liquidación, programación y gestión de la información. Garantizan la seguridad al liquidar las reservas del banco central, aportan innovación y seguridad en la contratación y gestionan los flujos de información para superar las fricciones económicas. Las plataformas ofrecen interoperabilidad entre monedas fiduciarias y “sistemas heredados” y se basan en una gobernanza transparente y basada en reglas.
Creadas para liquidar transacciones de dinero en diferentes monedas, las plataformas se enfocarían en reducir los retrasos y las altas tarifas asociadas con los pagos internacionales, así como en la programación de contratos financieros y la gestión de la información de manera efectiva.
La ventaja clave de estas plataformas, sugirió Adrian, sería una mayor seguridad, ya que las transacciones se liquidarían utilizando una forma de dinero bastante segura: las reservas del banco central. Las plataformas habilitarían un sistema de múltiples monedas, lo que permitiría a los participantes usar la moneda de su elección mientras los bancos centrales mantienen el control sobre la distribución de las reservas:
“El costo, la lentitud y la opacidad de los pagos transfronterizos provienen de una infraestructura limitada. Para acertar en las finanzas globales, debemos unirnos para acertar en los pagos globales”.