Los grandes actores como BlackRock, JPMorgan y toda una gama de inversores se inclinan por tokenizar activos mediante la incorporación de cadenas de bloques públicas.
Esto se debe en parte a sus estándares de seguridad y capacidad de actualización. Atraen mucha atención debido a las mayores opciones de liquidez y las variadas oportunidades de inversión.
Los fondos tokenizados siguen siendo revolucionarios a la hora de democratizar la conectividad con opciones de inversión. Blockchain ha ampliado los espacios del mercado al cambiar el tamaño de los activos de grandes a pequeños. Esta es la era de tokenizar el arte inmobiliario y muchos otros.
BlackRock se dedicó a tokenizar un fondo del mercado monetario en Ethereum. Esto envía un fuerte mensaje sobre la utilidad de las cadenas de bloques para respaldar nuevas opciones de pago para las herramientas financieras convencionales. Sin embargo, en el caso de las cadenas de bloques privadas, todavía existen algunos obstáculos importantes.
Las cadenas de bloques públicas sin permiso se conectan con inmensas posibilidades de liquidez al brindar participación, innovación y transacciones dentro de una infraestructura controlada. Esto ha dado lugar a un sólido ecosistema de aplicaciones y soluciones.
Con pruebas de conocimiento cero que ofrecen la opción de agregar de forma segura entre ecosistemas, las cadenas de bloques públicas tienen la capacidad de respaldar la liquidación inmediata de transacciones.
Junto con los protocolos blockchain que vienen con la inventiva de la red, también existen instituciones. El fondo tokenizado del mercado monetario BlackRock de Libre ofrece a los inversores la opción de obtener rendimiento mientras aparcan su capital. El fondo de adopción de Laser Digital Polygon, recientemente presentado por Nomura, en Polygon, habla de una creciente inclinación institucional hacia la entrega de nuevas utilidades para las cadenas de bloques públicas. Esto se hace mediante la función de participación, que permite a las personas que participan obtener rendimiento al certificar y autenticar transacciones de criptomonedas.
Además de todo esto, abre las puertas a los inversores institucionales a las opciones casi infinitas que se encuentran en el ámbito blockchain.
Aunque ha avanzado con cierta lentitud, el escenario regulatorio se está desplazando hacia el lado optimista. Los funcionarios interesados están comenzando a ofrecer pautas más transparentes con respecto a los activos digitales. Esto es extremadamente esencial para la incorporación continua de blockchain en las infraestructuras institucionales. Dicho y hecho, la eficacia de blockchain depende de su capacidad de liquidez.
Jamie Dimon, una figura respetada en el espacio financiero, ha pasado de tener dudas sobre Bitcoin a encabezar la construcción de la plataforma blockchain Onyx por parte de JPMorgan. También ha especulado sobre una valoración de bitcoin de 1 millón de dólares. Larry Fink de BlackRock también ha apoyado la tokenización de todos los activos financieros.