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La economía estadounidense experimentó un enfriamiento más significativo de lo previsto en el primer trimestre de 2024, y el producto interno bruto (PIB) midió un tasa anualizada del 1,6%, según el Departamento de Comercio. Esto marca el ritmo de crecimiento más débil desde el segundo trimestre de 2022, cuando la economía se contrajo, y cae por debajo de la tasa del 2,2% proyectada por los economistas en una encuesta de FactSet.
La desaceleración del crecimiento económico puede atribuirse a varios factores, incluido un fuerte aumento de las importaciones, una disminución de la inversión en inventarios del sector privado y una notable desaceleración del gasto público. El gasto del consumidor, que representa una parte importante de la producción económica, también se desaceleró a principios de este año, pero continuó impulsando el crecimiento en el primer trimestre.
La lectura del PIB más débil de lo esperado ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de estanflación, una combinación de alta inflación y bajo crecimiento económico. Este escenario ha provocado una caída de los activos de riesgo, con el Dow Jones cayendo 500 puntos al inicio de la sesión, el S&P 500 cayendo un 1,3% y el Nasdaq Composite cayendo un 2%.
A pesar de la desaceleración económica, la Reserva Federal no parece tener prisa por recortar las tasas de interés. La inflación se ha desacelerado considerablemente durante el año pasado, pero el ritmo de su descenso se ha estancado en los últimos meses. Es probable que la Reserva Federal comience a recortar las tasas una vez que esté convencida de que la inflación está bajo control y en camino de alcanzar su objetivo del 2%. Sin embargo, el banco central podría reducir las tasas antes de lo esperado si la economía falla repentinamente.
La última lectura del PIB ha causado cierto daño a la narrativa de que la economía estadounidense podría estar sobrecalentándose, lo que podría cambiar el cronograma de la Reserva Federal para iniciar el ciclo de flexibilización de tasas.
Quincy Krosby, estratega global jefe de LPL Financial, sugiere que la primera lectura más suave del PIB del primer trimestre podría hacer que julio vuelva a ser clave para el inicio de los recortes de tipos.
El mercado de las criptomonedas, que es sensible a la evolución macroeconómica, se ha visto afectado por los renovados temores de la estanflación estadounidense. Bitcoin, la criptomoneda líder por valor de mercado, cotizaba cerca de 62.400 dólares al momento de esta publicación, un 2,5% menos en 24 horas. Ether (ETH) cotizó un 3% menos a $3200.
El mercado parece estar equilibrando la amenaza de estanflación con posibles factores alcistas, como una inyección de liquidez de la Cuenta General del Tesoro (TGA) y el lanzamiento de los ETF de bitcoin de Hong Kong. Sin embargo, la noticia de que los inversores de China continental no podrán negociar los ETF ha atenuado un poco el optimismo que rodea al lanzamiento.
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