Conclusiones clave
- El token MAGA aumentó un 51% después del tiroteo de Trump, lo que refleja una mayor especulación criptográfica sobre las elecciones estadounidenses.
- La presentación del ETF SOL de VanEck se considera una apuesta sobre el resultado de las elecciones presidenciales.
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Los comerciantes de criptomonedas utilizan cada vez más los tokens PolitiFi para especular sobre la campaña presidencial de EE. UU., y los tokens vinculados al expresidente Donald Trump experimentan importantes fluctuaciones de precios. Según un informe reciente de Kaiko, el token MAGA aumentó un 51% en dos horas después del tiroteo de Trump el sábado, reflejando un aumento en las acciones del Grupo de Tecnología y Medios (DJT) de Trump.
En particular, el volumen de operaciones semanales de MAGA ha aumentado de 10 a 15 millones de dólares en febrero a un máximo de 120 millones de dólares en junio, lo que indica un creciente interés del mercado. Sin embargo, estos tokens han mostrado poco valor predictivo hasta ahora.
La primera figura notoria que defendió los tokens PolitiFi fue Andrew Kang, fundador del fondo de capital riesgo Mechanism Capital. Kang explicó en un X publicación Desde febrero, las monedas meme relacionadas con Trump podrían rivalizar con tokens conocidos de este sector, como Dogecoin (DOGE) y Shiba Inu (SHIB).
“Esta apuesta no se trata sólo de si Trump gana o no. Las encuestas indican que es muy probable que gane, pero ese no es el punto: el punto es que estará en los titulares en todas partes todo el tiempo y la gente estará hablando constantemente de Trump”, dijo Kang en aquel entonces.
Además, Matthew Sigel, jefe de investigación de activos digitales de VanEck, dijo que la presentación del fondo cotizado en bolsa (ETF) Solana al contado de su empresa era una apuesta en las elecciones. La SEC tiene hasta marzo de 2025 para responder a la presentación de VanEck, lo que deja un tiempo limitado para que se nombre una posible nueva administración si el presidente Biden pierde las elecciones.
Históricamente, los nuevos presidentes han tardado un promedio de 117 días en nombrar a un presidente de la SEC, siendo una excepción el nombramiento de siete días de Mary Schapiro por parte de Barack Obama durante la crisis financiera mundial.
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