El criptointercambio colapsado FTX utilizó una “mezcolanza” de “soluciones no empresariales” para administrar sus miles de millones de dólares en activos, según una nueva declaración de quiebra.
El CEO de FTX, John J. Ray III, quien reemplazó al caído en desgracia Sam Bankman-Fried, señala en un nuevo informe presentado ante el Tribunal de Quiebras de EE. UU. para el Distrito de Delaware que ninguna de las empresas del Grupo FTX empleó un sistema de contabilidad “apropiado”.
“Cincuenta y seis entidades dentro del Grupo FTX no produjeron estados financieros de ningún tipo. Treinta y cinco entidades del Grupo FTX utilizaron QuickBooks como su sistema de contabilidad y confiaron en una mezcolanza de documentos de Google, comunicaciones de Slack, unidades compartidas y hojas de cálculo de Excel y otras soluciones no empresariales para administrar sus activos y pasivos. QuickBooks es un paquete de software de contabilidad diseñado para pequeñas y medianas empresas, nuevas empresas y autónomos. QuickBooks no fue diseñado para abordar las necesidades de un negocio grande y complejo como el del Grupo FTX, que manejó miles de millones de dólares en transacciones de valores, moneda fiduciaria y criptomonedas en múltiples continentes y plataformas”.
Ray señala que Alameda Research, la compañía hermana en bancarrota de FTX, mantuvo registros tan mediocres que “es difícil determinar cómo se marcaron las posiciones”.
“En una comunicación interna, Bankman-Fried describió a Alameda como ‘divertidamente más allá de cualquier umbral de que cualquier auditor pueda incluso superar parcialmente una auditoría’, y agregó: Alameda no es auditable. No me refiero a esto en el sentido de ‘una firma de contabilidad importante tendrá reservas sobre auditarlo’; Me refiero a esto en el sentido de ‘solo podemos calcular aproximativamente cuáles son sus saldos, y mucho menos algo así como un historial completo de transacciones’. A veces encontramos 50 millones de dólares en activos tirados por ahí que perdimos de vista; así es la vida.
Las declaraciones de Bankman-Fried evidencian los desafíos que una firma de auditoría competente habría tenido que superar para auditar el negocio de Alameda”.
FTX se declaró en bancarrota en noviembre pasado después de que colapsara su activo nativo y se viera obligado a detener los retiros de los clientes. Bankman-Fried se enfrenta a 115 años de prisión tras ser acusado de defraudar a los inversores y malversar los activos de los clientes.
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