La Bolsa Monetaria de Singapur (MAS), el banco central y regulador financiero del país, recordó a todas las bolsas de criptomonedas autorizadas en el país que cumplan con las sanciones financieras vigentes contra Rusia.
La declaración se produjo después de una investigación que reveló millones en criptodonaciones recaudadas por grupos prorrusos en apoyo del conflicto en curso en Ucrania y el aumento de las sanciones contra Rusia por parte de las autoridades financieras de todo el mundo.
La decisión de Singapur lo pone en línea con las sanciones de la Unión Europea contra Rusia, que se impusieron por primera vez a principios de este año. Inicialmente, las sanciones limitaron los criptopagos Rusia-UE a alrededor de $10,000.
Sin embargo, las restricciones más recientes de principios de octubre apretado medidas y prohibió “todas las billeteras, cuentas o servicios de custodia de criptoactivos, independientemente de la cantidad de la billetera”.
Alrededor de la época del primer conjunto de sanciones de la UE, MAS creó medidas dirigidas a los bancos rusos y otras entidades con sede en el país, junto con la prohibición de recaudar fondos para cualquier actividad que pudiera beneficiar al gobierno ruso.
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Los intercambios de criptomonedas y las plataformas relacionadas se han ajustado a las sanciones hacia Rusia desde el comienzo del conflicto.
El popular criptointercambio Kraken cerró sus puertas a los usuarios rusos el mes pasado y restringió todas las cuentas asociadas con el país. Del mismo modo, Dapper Labs suspendió todas las cuentas de los usuarios rusos. La medida prohibió que las cuentas vinculadas a Rusia vendieran, compraran o obsequiaran tokens no fungibles (NFT), además de detener el retiro de fondos.
Más recientemente, el jefe global de sanciones de Binance, Chagri Poyraz, le dijo a Cointelegraph en una entrevista que la compañía está trabajando arduamente para cumplir con las medidas de la UE y, al mismo tiempo, brindar un mejor servicio a sus usuarios.
Mientras tanto, muchos usuarios rusos están acudiendo en masa a los países vecinos, como Kazajstán, para continuar utilizando los servicios que antes tenían a su disposición.